Son muchos los mitos que rodean a la cafeína, el componente más estudiado del café. Pero según reciéntes investigaciones de Harvard y Columbia, este componente podría considerarse un antidepresivo natural: las mujeres que toman al menos cuatro tazas de café al día tienen un 20% menos de probabilidad de sufrir un trastorno depresivo. Aquí rescatamos, además, otros de sus principales beneficios.
Si bien la cafeína se encuentra en el té, las bebidas energizantes, en productos que contienen cocoa y hasta en suplementos alimenticios, aproximadamente el 80 por ciento de la que se consume a nivel mundial proviene del café. Pero no todos los cafés son iguales. Y, cuando se trata de nuestra salud, cada tipo tiene pros y contras. Si bien el café no tiene la reputación de ser una bebida muy saludable, existen investigaciones médicas que demuestran lo contrario. Una de ellas, realizada por la Escuela de Medicina de Harvard, concluyó que la probabilidad de que las personas que consumen café padezcan cáncer de hígado disminuye en un 50 por ciento en comparación con aquellas que no lo consumen. La nutricionista Rinat Ratner, acota que "se ha asociado que la incidencia de Parkinson disminuye con el consumo de café y reduce también el riesgo de daño hepático crónico". Sobre la creencia popular de que el exceso de cafeína podría ayudar a la formación de osteoporosis y artritis reumatoidea, asegura que no hay información concluyente, ni como factor protector ni como factor adverso. Y agrega que si bien hay cierta asociación entre consumo de café y la elevación de los índices de colesterol y triglicéridos, ésta se da sólo al tomar café no filtrado y con más fuerza en personas que ya tienen problemas en estas áreas.
Una de las investigaciones recientes sobre el café que más ha llamado la atención fue realizada por científicos de las universidades de Harvard y Columbia, en Estados Unidos, y publicada hace poco por la revista Archives of Internal Medicine. Según sus hallazgos, obtenidos de una muestra de 50.739 mujeres, la cafeína podría considerarse como un antidepresivo natural: las mujeres que beben al menos cuatro tazas de café al día tienen un 20% menos de probabilidad de sufrir un trastorno depresivo, en comparación con quienes no consumen este estimulante del sistema nervioso. Cada vez hay más información disponible sobre el aporte nutricional de esta bebida, que entrega magnesio, potasio y vitamina B3 en pequeñas cantidades, además de muchos antioxidantes: tiene cinco veces más de estas moléculas antivejez que el té verde, nueve veces más que el té negro y casi tres veces más que el vino tinto. El mayor aporte se da en el café medianamente tostado y, como suele suceder, los problemas comienzan cuando el consumo es excesivo.
Pero, ¿cuántas tasas diarias de café nos aportan beneficios? Los especialistas aseguran que la dosis es variable y que dependerá de la salud de cada individuo. Por lo general, se recomienda tomar dos tazas al día para observar beneficios. El tomar más de nueve -límite bastante difícil de alcanzar- puede traer aparejado un aumento en el riesgo de sufrir algún trastorno cardiovascular. Esto sucede, según explica la nutricionista, porque con esta cantidad aumentan los niveles de homocisteina (un aminoácido) y disminuye la actividad de la vitamina B6, que protege el funcionamiento arterial. Deben tener más cuidado las personas que consumen otras fuentes de cafeína, como las bebidas cola, en grandes cantidades. También las que padecen de gastritis, úlceras gástricas y reflujo, ya que el exceso de café puede irritar la mucosa gástrica, y las mujeres que sufren de anemia, debido a que interfiere en la absorción del hierro. En el caso de las embarazadas, la recomendación es no pasarse de las dos tazas diarias recomendadas, aunque no existe evidencia clara del efecto del café sobre el feto.
Celulitis, ojeras y dientes
El café no es sólo un gran aliado para ayudarnos a despertar mejor y prepararnos para el día que vendrá. A nivel cosmético, también puede ser de gran ayuda: se usa en muchos productos para atenuar rojeces e inflamaciones en la piel. Y, también para mejorar el aspecto de las ojeras y bolsas. Todos son problemas que tienen un origen común: la piel de esta zona es en extremo delgada, más transparente y posee muchos vasos sanguíneos que literalmente pueden saltar a la vista. Además inciden, por supuesto, factores como la carga genética o el envejecimiento cutáneo precoz. Esto se puede prevenir hidratando la zona y aplicando productos específicos para el contorno de ojos y "camuflar" con un buen corrector, siempre que sea del tono de la piel, nunca muy blanco o gris pues hacen verse más cansada.La cafeína, por su parte, es una ayuda -especialmente en el caso de las bolsas, puntualiza el doctor William Romero, dermatólogo - porque tiene un efecto descongestionante.
Su relación con la celulitis merece un capítulo aparte, ya que muchas personas creen que el consumo de bebidas con cafeína provoca un aumento de toxinas en la dermis que causaría la formación de la celulitis, y sin embargo muchos productos cosméticos que combaten la piel de naranja incluyen cafeína en su formulación.
¿Cómo se explica esta aparente contradicción? Según la nutricionista Rinat, no existe una asociación científicamente demostrada entre el consumo de café y la aparición de celulitis. Pero sí se sabe que la cafeína produce lipolisis, es decir, una degradación de la grasa, cuando se actúa directamente sobre la grasa localizada, como ocurre al utilizar tratamientos tópicos o cremas dermatológicas. Algunos médicos, como el doctor William Romero, aseguran que existen dudas sobre la capacidad que tendría la cafeína para penetrar la piel de manera lo suficientemente profunda como para lograr una reducción visible en la celulitis, por lo que recomienda optar por tratamientos con láser, radiofrecuencia o endermología.
Sin embargo, la Food and Drug Administration de Estados Unidos afirma que con cremas se pueden obtener beneficios en el corto plazo, siempre que se apliquen con regularidad y como complemento a una rutina de ejercicios, una dieta equilibrada y mucho consumo de agua.
Con los dientes hay que tener cuidado, ya que no importa de qué tipo sea el café que se consuma, siempre los manchará debido a la presencia del ácido tánico. Pero Peter Yaman, director de la escuela de odontología de la Universidad de Michigan, tiene algunos buenos consejos para atenuar esto, al menos en parte: tomarlo con leche, lavarse los dientes inmediatamente después de su consumo y, si esto no es posible, tomar agua.