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Máscaras faciales - Guía de uso

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mascaras faciales

Hacer máscaras caseras de pepino o frutas puede ser un error: algunos componentes naturales tienen ácidos que, al exponerse al sol, pueden manchar la piel. Lo ideal es consultar con un especialista antes de usar máscaras, naturales o cosméticas, para asegurar un buen resultado.

La aceleración de fin de año suele tener un efecto negativo en la piel, porque los altos niveles de estrés pueden hacer que la piel esté más sensible e incluso detonar cuadros de acné u otros problemas cutáneos. En este escenario, algunas máscaras faciales -caseras o dermocosméticas- pueden ayudar a descansar la piel y darle nueva vida. Funcionan como una especie de inyección de nutrientes, que vienen en concentraciones más altas que las cremas de uso cotidiano. Por lo mismo, entregan resultados rápidos. El tipo de nutriente dependerá del tratamiento que cada persona necesite. Existen máscaras de todo tipo, desde las de hidratación -con ácido hialurónico- hasta las antioxidantes, que incluyen vitaminas C, A, E y ácido glicólico. También las hay con oro y coenzima Q10, entre otros ingredientes.

Si bien existen muchas cremas que incluyen estos principios activos en sus formulaciones, las mascarillas suelen tener una concentración mayor, pues se trata de productos de tratamiento que no son de uso diario. Según explica la dermatóloga Yolanda López, directora médica del Centro dermoestético Le Ciel, este tipo de cosméticos se utiliza para abordar problemas que van desde el daño causado por el fotoenvejecimiento hasta patologías dermatológicas como la rosácea, el acné y las manchas.

- En una paciente que presenta manchas en la piel propias del daño solar (fotoenvejeciemiento), por ejemplo, se prefieren máscaras con una textura permeable, que permitan mayor absorción para ejercer su acción. Estas máscaras están compuestas por una arcilla coloidal (de grano fino). En el caso de un paciente con acné, en cambio, se escogen aquellas que presentan una textura viscosa, es decir, con un mayor contenido de agua y un menor contenido de crema en sus fórmulas, para no engrasar la piel. Las pieles secas, por su parte, requieren de máscaras de formulación oleosa, con textura en crema -acota la doctora López.

Las mascarillas faciales están especialmente formuladas para que, durante la aplicación, los poros se dilaten, permitiendo que estos ingredientes se absorban más profundamente.

- En el cuerpo o en las manos, por ejemplo, ocupar film plástico encima de la crema o gel ayuda a que el cosmético trabaje mejor -explica la doctora Natacha Quezada, de la Red Salud Christus.

También existen máscaras que producen un leve aumento de temperatura en la piel, similar a un efecto sauna, para ayudar a que los nutrientes entren más rápidamente en la epidermis. Forzar este efecto a través del sauna o las vaporizaciones está contraindicado en personas con rosácea, patología muy común entre los chilenos.

La mejor manera de determinar a qué tipo de mascarilla se debe recurrir es a través de una evaluación previa, realizada por una esteticista o especialista en piel, quien puede personalizar la rutina de cuidado y ajustarla a las necesidades y requisitos puntuales de cada persona. La mayoría de las máscaras se aplican en la casa sin problemas, aunque cuando la dermis está muy dañada o se utilizan cosméticos con una concentración muy alta de activos es recomendable recurrir a una cosmetóloga o dermatóloga. Esto, porque, mal aplicadas, las mascarillas de alta intensidad pueden desencadenar irritaciones cutáneas y finalmente producir el efecto contrario. Las mascarillas caseras, elaboradas artesanalmente con frutas, verduras, miel o leches, también pueden producir irritación o algún tipo de alergia; por eso los especialistas aconsejan probar primero una pequeña cantidad en el antebrazo.

La doctora Quezada advierte que en algunos casos las máscaras faciales pueden producir no solo alergias de leves a graves, sino también manchas, las que solamente pueden atenuarse con varias sesiones de láser o peelings químicos.

-En America latina, tenemos una predisposición genética hacia las manchas, porque la mayoría de la gente tiene un fototipo de 3 o 4, un tipo de piel más morena en la que van apareciendo estas manchas faciales (melasma) con los años. Por esta razón yo no aconsejo el uso de frutas, verduras,tomates, limón o pepino en la piel: tienen componentes ácidos que pueden manchar o provocar una fitofotodermatitis. El tomate o el pepino pueden aplicarse de noche, pero jamás cuando la piel va a exponerse a los rayos UV -explica.

A su juicio, una máscara casera hidratante que puede considerarse segura es una mezcla de vaselina líquida, yogur natural sin azúcar y avena, en partes iguales. Luego de mezclar los ingredientes, la máscara se aplica por 10 a 15 minutos sobre la piel previamente limpia. La especialista recomienda el uso de máscaras faciales una vez por semana en personas con trabajo de oficina, sin embargo esta frecuencia puede aumentar en quienes trabajan al aire libre y en televisión, donde la piel sufre por la luz de los focos.

El tiempo que cada máscara debe permanecer sobre la piel depende de su formulación y del tamaño de las partículas que conforman el principio activo del cosmético. La más común es la máscara astringente o detergente, que se aplica para ablandar comedones o espinillas. Estas máscaras sacan el residuo oleoso de la piel y disminuyen el espesor de la capa más superficial de la piel, debido a que las partículas astringentes que la componen interactúan con las proteínas de la piel para ejercer su acción. Estas máscaras no deben permanecer en la piel por mucho tiempo. Por el contrario, las que están compuestas por principios activos de antienvejecimiento (como la Coenzima Q10, la vitamina C o el colágeno hidrolizado) deben dejarse sobre la piel por al menos 20 minutos para que puedan cumplir su misión.

- Actualmente existen también otras máscaras que se aplican en el rostro y se las puede dejar actuar durante más de ocho horas. Estas provocan un efecto de estiramiento visible, dependiendo del componente que el profesional elija para el tipo de piel -puntualiza la doctora Yolanda López.

Para la dermatóloga Quezada, es fundamental cuidar la piel durante todo el año, pues ninguna mascarilla puede hacer milagros cuando el daño acumulado es mucho. La piel requiere de cuidados diarios a lo largo del año, que incluyen como mínimo una limpieza correcta, la aplicación de cremas nocturnas de hidratación -o de tratamiento, dependiendo del caso- y el uso de un factor de protección solar FPS 50+ como mínimo. Este último, dice, debe reaplicarse tres veces al día. En la playa o al aire libre, la frecuencia de aplicación del filtro solar debe aumentarse y repetirse hasta cada dos horas.

"No aconsejo el uso de frutas, verduras, tomates, limón o pepino en la piel, porque tienen componentes ácidos que pueden manchar o provocar una fitofotodermatitis".

 "Las pieles secas requieren de máscaras de formulación oleosa, con textura en crema".

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